La expresión “Huichol” es un vocablo español con el que identificamos al wixárika o a los huicholes, los wixaritari. En fin, cosas de vida e historia, pero son una etnia que ha logrado trascender de forma independiente desde tiempos de la conquista, viven en la Sierra Madre Occidental, en Nayarit y el norte de Jalisco, aunque hay dos comunidades fuera de esta región, una en Durango y otra en San Luis Potosí, esta última en el desierto de Real De Catorce en donde crece el peyote, una cactácea parasitaria única de ahí, lo consumen porque sienten que se encontrarán con el Venado Azul del que su espíritu salvó a su pueblo a través de esta planta sagrada. Tienen varios centros ceremoniales, siendo los más relevantes los de San Andrés Cohamiata, Santa Catarina Cuexcomatitlán, Tuxpan de Bolaños, San Sebastián, estos cuatro en el estado de Jalisco y uno en el estado de Nayarit en Mesa de Nayarit.
Los wixaritari, antes de la llegada de los españoles, utilizaban cuentas de cuarzo y conchas para adornar sus objetos ceremoniales, así como su vestimenta y sus morrales, entre otros usos, a finales del siglo XIX cambiaron esas cuentas por la chaquira que introdujeron los españoles ya que fue muy llamativa para ellos. Es así que se generó un cambio y desde entonces en las artesanías contemporáneas se privilegia el uso de la chaquira y el estambre, con los que logran un colorido y formas de gran belleza.
En cada una de las piezas artesanales que realizan incluyen, de manera espontánea, la expresión de su vida cotidiana, de sus creencias sagradas y de su entorno; trabajan tallas, principalmente en madera, pero también en piedra, que cubren con cera y aplicaciones de chaquira de gran colorido, utilizan además varitas de madera o de carrizo dando vida al Ojo De Dios, que decoran con estambres multicolores.
Artesanía De Los Wixaritari o Huicholes
La expresión “Huichol” es un vocablo español con el que identificamos al wixárika o a los huicholes, los wixaritari. En fin, cosas de vida e historia, pero son una etnia que ha logrado trascender de forma independiente desde tiempos de la conquista, viven en la Sierra Madre Occidental, en Nayarit y el norte de Jalisco, aunque hay dos comunidades fuera de esta región, una en Durango y otra en San Luis Potosí, esta última en el desierto de Real De Catorce en donde crece el peyote, una cactácea parasitaria única de ahí, lo consumen porque sienten que se encontrarán con el Venado Azul del que su espíritu salvó a su pueblo a través de esta planta sagrada. Tienen varios centros ceremoniales, siendo los más relevantes los de San Andrés Cohamiata, Santa Catarina Cuexcomatitlán, Tuxpan de Bolaños, San Sebastián, estos cuatro en el estado de Jalisco y uno en el estado de Nayarit en Mesa de Nayarit.
Los wixaritari, antes de la llegada de los españoles, utilizaban cuentas de cuarzo y conchas para adornar sus objetos ceremoniales, así como su vestimenta y sus morrales, entre otros usos, a finales del siglo XIX cambiaron esas cuentas por la chaquira que introdujeron los españoles ya que fue muy llamativa para ellos. Es así que se generó un cambio y desde entonces en las artesanías contemporáneas se privilegia el uso de la chaquira y el estambre, con los que logran un colorido y formas de gran belleza.
En cada una de las piezas artesanales que realizan incluyen, de manera espontánea, la expresión de su vida cotidiana, de sus creencias sagradas y de su entorno; trabajan tallas, principalmente en madera, pero también en piedra, que cubren con cera y aplicaciones de chaquira de gran colorido, utilizan además varitas de madera o de carrizo dando vida al Ojo De Dios, que decoran con estambres multicolores.